Los cubanos radicados en el sur de la Florida que se auto titulan defensores de la democracia, la libre empresa, la libertad de expresión y de los derechos humanos, en realidad son vulgares delincuentes que se han enriquecido a lo largo de estos años a costa de sus campañas difamatorias contra la revolución cubana y su pueblo heroico.
Prueba de esto es el juicio que se celebra en la Audiencia Nacional de España, contra los empresarios de origen cubano Jorge y Juan Carlos Mas Santos, junto a otros seis ejecutivos acusados de cometer fraude y malversar fondos para desfalcar a la compañía de telecomunicaciones SINTEL, privatizada y vendida a ellos por su amigo el ex presidente de España José María Aznar.
Los hermanos Mas Santos, son nada menos que hijos del fallecido ex agente de la CIA Jorge Mas Canosa, (presidente de la Fundación Nacional Cubano Americana FNCA, al servicio de la CIA) y principales ejecutivos de la firma MasTec en Miami. Todos están acusados por delitos de “insolvencia punible, delitos societarios y contra la Hacienda Pública”, situación que provocó la quiebra de SINTEL y la pérdida de empleo a 1,828 trabajadores españoles.
Para que se tenga una idea de quién era Jorge Mas Canosa, recordemos que con 17 años emigró hacia los EE.UU. sin carrera universitaria y ni un centavo en los bolsillos. Su fortuna la logró en sus trabajos sucios con la CIA, en negocios de todo tipo, incluido el proceso Irán-Contra donde EE.UU. vendía armas a Irán y ayudaba a la vez a la contrarrevolución nicaragüense para derrocar a la revolución Sandinista, además de trasportar cocaína desde Centroamérica hacia territorio norteamericano en aviones del ejército norteamericano, lo que dio como resultado el gran escándalo que terminó perdonando a cuantos involucrados se denunciaron, entre ellos a militares yanquis.
En este proceso la Fiscalía Anticorrupción de España solicita cinco años y seis meses de cárcel para Jorge y Juan Carlos Mas Santos como responsables por el desfalco y cierre de la empresa española en el 2001. Lo mismo pide el fiscal para José Miguel Sariego, vicepresidente de SINTEL, y tres miembros del consejo administrativo de la firma: Juan Antonio Casanova de San Simón, Joel Tomas Citron y Ricardo Campos Dufau, así como una indemnización de $370 millones de euros.
Para Alfredo Flórez Plaza, miembro del consejo administrativo, y Pedro José Novela Berlín, ex director financiero de SINTEL, se solicitan dos años y seis meses de prisión por su cooperación en los actos que provocaron la insolvencia punible.
Está bien claro que los hermanos Mas Santos no comparecerán ante el tribunal español. Tampoco José Miguel Sariego y Joel Tomas Citrón, residentes en Estados Unidos. La justicia española libró una comisión rogatoria a las autoridades estadounidenses, pero estas por supuesto no se han tomado el trabajo de responder a la notificación; es mucho el dinero en juego y demasiada la influencia política de esos hermanos, a través de los congresistas mafiosos de origen cubano como Ileana Ros Lehtinen, Mario Díaz Balart, David Rivera, Marco Rubio y Robert Menéndez, que lo mismo defienden a un terrorista como el asesino Luis Posada Carriles, que un golpe de Estado con secuestro incluido del presidente electo constitucionalmente, como el ocurrido en el pasado reciente en Honduras.
Veremos al final como estos rufianes van a evadir la justicia, pues a los mafiosos y ricos casi nunca les cae el peso de la ley encima, el dinero arregla entuertos y los trabajadores sin empleo y sus familias son los que pagan las consecuencias.
Así son los que se declaran “demócratas” que quieren “salvar” a Cuba del socialismo que eliminó estas desvergüenzas que permeaban la sociedad cubana antes del 1ro de enero de 1959 y hacia donde el pueblo cubano no volverá jamás.
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