
Las jutías son vegetarianas, su alimentación se compone de hojas y corteza de los árboles, frutas, y hasta raíces y tubérculos. Casi no necesitan tomar agua, pues al parecer les basta con la que absorben de esos alimentos.
Entre las especies más abundantes y conocidas de jutías en Cuba, están la conga, la carabalí y la andaraz. Esta última se limita solo a las provincias orientales, las otras sí se extienden por todo el archipiélago. De las demás especies, dos solo se encuentran en la Isla de la Juventud y las otras cinco se limitan a dos de los cayos adyacentes a la isla grande.
La jutía conga es la que prefiere vivir más pegada a la tierra, pues se esconde predilectamente en oquedades de los suelos rocosos, aunque sube a la cima de las arboledas para alimentarse o solearse. El resto de las especies, prefieren vivir en huecos de los troncos arbóreos, o simplemente entre el follaje de grandes árboles. Las habitantes de los cayos conviven entre los manglares; una de ellas, la jutía rata, como hacen los castores, levanta diques, conductos y montones en el agua.
Las jutías gestan entre 3 y 4 meses, en dependencia de la especie, y pueden parir más de una vez en 12 meses. Como promedio tienen dos crías, aunque pueden ser hasta 4. Como parte de sus costumbres, suelen abandonar a los hijos al nacimiento de otros.
(Tomado de Segunda Cita)
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