«Miguel Saavedra y Vigilia Mambisa le recordaron a Yoani Sánchez que ella no es la pionera del «anticastrismo virtual» dentro de Cuba»
Por: J. M. del Río
Florentino y el Diablo es la historia del bien frente al mal, que se cuenta en la región de los llanos de Venezuela, con la particular picardía llanera, donde Florentino, llanero que personifica lo mejor del pueblo, se enfrenta victorioso al Diablo, que representa la maldad, la encarnación de lo peor.

La leyenda es más o menos así: cuentan los llaneros que el Diablo se presentó ante Florentino con disfraz de persona decente y lo retó a un contrapunteo, que comenzó en las primeras horas de la tarde-noche. Dicen los llaneros que el Diablo trataba de confundir a Florentino cambiando la tonada y pasando sin previo aviso, de una variante de joropo a otra[1], sin imaginarse que Florentino se las sabía todas y ni se equivocaba ni estropeaba la rima y así fue como llegó el amanecer, el Diablo se dio por vencido, Florentino resultó vencedor y se convirtió en el rey del contrapunteo en los llanos venezolanos.
Me vino a la mente esta linda leyenda venezolana para establecer un símil con el contrapunteo (que aquí llamamos controversia guajira) de otra magnitud que tiene lugar desde hace muchos años, entre la Revolución cubana y el “diablo” (me estoy refiriendo al Gobierno de los EE.UU.). Seguramente recordarán aquella ocasión en que el Comandante Presidente Hugo Rafael Chávez Frías se presentó al podio del salón de plenarias de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en New York, se persigno y antes de comenzar su discurso dijo: “Huele a azufre todavía., porque hace poco estuvo en este mismo lugar el diablo. Yo le digo así al Presidente de los EE.UU. (refiriéndose a George W. Bush)
En ese contrapunteo el “diablo” (Gobierno de los EE.UU.) ha estado cambiando la tonada constantemente; pero Florentino (Revolución cubana) no se ha dejado engañar y ha mantenido la cadencia sin equivocar la rima. Acciones violentas, agresión armada, terrorismo, guerra económica, guerra mediática, subversión interna, satanización del proceso revolucionario cubano y de sus dirigentes, tergiversación de lo que realmente sucede en Cuba y últimamente han apostado al empleo de la Internet, que parece que consideran como la “nueva arma de destrucción masiva de revoluciones” y están poniendo buena parte de sus esfuerzos anticubanos en la cesta de la “ciberdisidencia”.
Así las cosas, los “bosses” de las instituciones de la Comunidad de Inteligencia de los EE.UU., que son los principales gestores de todas esas variantes de “tonadas” contra la Revolución cubana, que supuestamente lo piensan todo; generalmente “meten las de caminar” y se olvidan que los personajillos que escogen para sus aventuras no son ni remotamente una representación genuina de lo que es verdaderamente el pueblo cubano.
Una “ciberdisidente” de primera categoría anda por el mundo vacilando de lo lindo con todos los gastos cubiertos y con propuestas que van a garantizar que siga escalando en el mundo virtual donde la han aupado; pero sus acciones y declaraciones, con respecto a la tan promovida “unidad de las fuerzas opositoras” que tratan de propiciar sus “bosses”, se asemejan al movimiento de un elefante en una cristalería.
Los “ciberdisidentes” de segunda, tercera y cuarta categoría que han quedado por detrás, los que aún no ganan puntos suficientes como para merecer un periplo de esa naturaleza con gastos a la carta, están “disgustaditos” porque la “Mujer maravilla” no los ha tomado en cuenta, los soslaya, no está bien informada de lo que sucede en Cuba, dice y se desdice y en fin de cuenta es ella la que recibe lauros y “billetes”. Los “grandes ofendidos” se han reunidos en Cuba para analizar los disparates de su desinformada correligionaria. Elogian al tal Miguel Saavedra[2] por el “mitin de repudio” que le endilgó a la susodicha en la llamada Torre de la Libertad, aunque uno de los “ofendidos” rápidamente aclaró que no era un “mitin de repudio”. “Lo que sucedió fue que Saavedra estuvo presente con otras Organizaciones del exilio y desde luego el grupo de Vigilia Mambisa, haciendo uso de sus derechos constitucionales, para expresar sus criterios a la «olvidadiza bloguera», que no sabe, no se recuerda o no le da la gana de reconocer que ella no es la pionera del «anticastrismo virtual» dentro de Cuba”. Por cierto que uno de los “ofendido”, nombrado Luis Cino le mandó saludos a su “amigo” Miguel Saavedra.
Lo que yo digo: en ese “joropo entreverao” que son los grupúsculos CR, “dios los cría y el diablo trata de juntarlos…y no lo logra”, pero en este contrapunteo o controversia el Florentino llanero y el Florentino cubano siempre ganan. Me viene a la mente uno de los versos del contrapunteo de Florentino con el diablo que le gustaba mucho al Presidente Chávez que dice: «Yo soy como el espinito/ que por el llano florea/ flores doy al que se arrima/ y espino al que me menea ».
[1] No soy experto en la materia, que me disculpen los venezolanos. Me han dicho que hay muchas variantes de joropo tales como: Periquera, Seis por derecho, Zumba que Zumba, Cunabichero, Carnaval, Cirpa, Pajarillo, Contrapunteo y otras. La leyenda cuenta que en su pelea con Florentino el diablo las utilizó todas y no logró confundirlo.
[2] Miguel Saavedra es un insignificante personajillo de la fauna del otro Miami que vive del negocio del anticastrismo. Un cavernícola tan a la derecha que ataca hasta su propia sombra cuando esta le queda a la izquierda. Una de sus más connotadas hazañas “para derrocar al castrismo” fue la de amontonar en la calle unos CD de la orquesta los Van Van y pasarle por encima con una aplanadora. Algo parecido hizo con los CD de Juanes, cuando éste estuvo en Cuba. No “tumbó al castrismo”, pero si le “tumbó” alguna plata a los incautos.
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