Más fue la bulla que la cabuya. (II) (#Cuba #EEUU #Madrid)


jmJ. M. DEL RÍO

Se reafirma este refrán popular en Venezuela con lo que acaba de suceder en el seno de las llamadas “Damas de Blanco”. Ya dije que “Doña” Bertha Soler,  autoproclamada cabecilla del mencionado grupúsculo,  acaba de regresar de su excursión mundialista  y ha retornado creyendo que tiene en sus manos la llave de los truenos, que desencadenarán la tormenta que dará al traste con el proceso Revolucionario cubano y que le permitirá convertirse en “líder” absoluto del “movimiento opositor cubano” y quién sabe que otra cosa le deparará el futuro.

“Doña” Bertha se ha creído que con los contactos que tuvo en Madrid, en Bélgica, en Washington y en Miami, donde le dieron consejos y preparación sobre como organizar mejor el grupúsculo que ella cree dirigir, más una parte de la plata aprobada por el Congreso de los EE.UU. para “apoyar la instauración de la democracia en Cuba”, le serían suficientes para lograr los objetivos que sus mentores persiguen.

¿Qué ha sucedido?,  trataré de exponer la debacle que enfrenta la jefilla de marras. A su “triunfal” regreso se ha encontrado que su organización es una olla de grillos o mejor dicho de grillas y rauda y veloz partió a un nuevo periplo, esta vez en el entorno nacional. Se ha encontrado algunas voces “disidentes” dentro de su “disidente” grupúsculo. La “Doña” está diciendo que en su peregrinaje mundial recibió “mucho apoyo, moral, espiritual y material”. Subrayo esto último porque parece ser la manzana de la discordia.

Alguien debe haberle dicho que con “apoyo moral y espiritual” no se come, no se viste y no se disfruta la vida” y que el mencionado “apoyo material” no se ve por parte alguna. La “Doña” ha replicado enjundiosamente que su grupúsculo ser rige por un reglamento y que “quién no cumpla el reglamento, no puede permanecer en sus filas”, que el problema de su grupúsculo no es “la cantidad, sino la calidad” y en respuesta a ese edicto, un nutrido grupo de sus correligionarias le han “vendido el cajetín[1]” a la  susodicha organización. Algunos dicen que son 30 “Damiselas”, las que han abandonado el grupo. Se evidencia un motín a bordo, que la “Capitana” no ha podido atajar. La propia “Doña” ha declarado que no son 30, que son 21 “nada más”, de las cuales 18 “dejaron una raya”[2] y otras 3 emigraron. Que conste que no lo dije yo, lo dijo la “Doña”, que con la ayuda de algunos seudoperiodistas de Miami está tratando de remendar el calcetín.

No hay que buscarle la quinta pata a la mesa “Doña” Bertha. UD misma ha dicho que dejó abierta en Miami  una cuenta de $24 mil dólares. Sus “damitas” lo que están planteando que esa plata en Miami no resuelve problemas y donde hace falta es en las bolsas de sus correligionarias. Ellas se están preguntando qué quién controla esa plata, o es qué UD piensa en algún momento, “venderle el cajetín” a su “consagrada lucha” y retirarse hacía algún rincón del “norte revuelto y brutal que nos desprecia” (como dijo nuestro José Martí) y disfrutar su pedacito de domingo con la platica que se agenció en su viaje mundialista. Le recuerdo que para eso debe procurar un sitio de ese país donde no  predomine la discriminación racial, algo que no le va resultar fácil. Para eso podría documentarse con personas que le han precedido en esas andanzas y ahora sufren esos males, porque dejaron de ser importantes en los planes de sus mentores.

Que cada cual saque sus propias conclusiones. Yo por lo pronto sigo en lo nuestro, como he dicho en otras oportunidades: sin prisas, pero sin pausas haciendo lo que nos corresponde hacer, como buenos hijos de vecinos.


[1] Expresión muy cubana que significa retirarse de un lugar.

[2] Otra expresión popular que significa lo mismo.

2 respuestas a “Más fue la bulla que la cabuya. (II) (#Cuba #EEUU #Madrid)

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