Por Íñigo Sáenz de Ugarte
106 presos de Guantánamo continúan en huelga de hambre. De ellos, 45 son alimentados a la fuerza con sondas nasogástricas. Ahora empieza el Ramadán, el mes en el que los musulmanes no comen ni beben durante el día. En la cárcel en la que los presos pueden ser confinados de forma indefinida sin derecho a un juicio justo, no se puede permitir tal violación de sus derechos ¿humanos?
“Sabemos que respetar el ayuno de día y no ingerir nada por la boca o la vena es un componente esencial del respeto musulmán al Ramadán”, dijo Durand [el capitán Robert Durand, portavoz de la prisión]. “Para los detenidos en huelga de hambre nos aseguraremos de que la preservación de su vida a través de la alimentación exterior no vulnere los preceptos de su fe”.
Lo más curioso es que el militar no pretende ser sarcástico. Sin derechos y alimentados por la fuerza pero de manera admisible según el Corán. Torturados, pero dentro de un orden. Bienvenidos a América, tierra de libertades.
(Tomado del blog Guerra Eterna)
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