La policia de España rebajó hoy provisionalmente a 78 la cifra de muertos en el accidente de tren de Santiago de Compostela, de los cuales 72 han sido identificados, en uno de los peores desastres ferroviarios de la historia del país ibérico.
Tras unas primeras horas frenéticas de búsqueda de supervivientes y cadáveres desde que descarriló el tren el miércoles por la noche, las autoridades facilitaron el jueves un número provisional de 80 fallecidos.
Dada la complejidad del proceso de identificación – que se realiza mediante huella dactilar, ADN o pruebas odontológicas, según la dificultad de los casos -, la cifra fue modificada el viernes a la baja, aunque no se descarta alguna variación más.
“Esto es una labor compleja. En el lugar de los hechos empiezas a recoger cuerpos y restos humanos. Inicialmente se recoge algún resto humano que puede ser considerado un cuerpo, pero después, con los primeros trabajos de investigación, y las autopsias (…) al final asocias un resto humano con un cadáver y con otro resto humano que también habías considerado como otro cadáver”, explicó Antonio del Amo, comisario de la Policía Científica.
En una rueda de prensa en Santiago de Compostela, el comisario dijo que no descarta que pueda haber alguna otra fluctuación en el balance.
“Estamos hablando a fecha de hoy, insisto. Tenemos restos humanos todavía. Si mañana les digo que hay 79, perfectamente podría haberlas porque tengo restos humanos y tengo datos que no están terminados, no se han terminado los procesos de identificación”, agregó.
La gran mayoría de los 72 fallecidos identificados son españoles, que procedían de diversas partes del país, sobre todo de La Coruña (16 víctimas mortales) y Madrid (11). Además, hasta ahora se han contabilizado tres víctimas mortales extranjeras: un argelino, un mexicano y un estadounidense.
Los equipos de psicólogos seguían atendiendo el viernes a los familiares en el Multiusos do Sar, donde se improvisó la morgue, para irse haciendo cargo de los cuerpos que ya habían sido identificados, y trasladarlos a sus poblaciones de origen.
El Gobierno ha pedido prudencia hasta que las investigaciones ofrezcan respuestas sobre la causa del accidente, aunque las primeras hipótesis apuntan a un exceso de velocidad.
Las autoridades están tratando de determinar por qué el tren iba tan rápido según los primeros relatos del suceso y por qué los dispositivos de seguridad que mantienen a los trenes dentro de los límites de velocidad no habían reducido su velocidad.
La Santa Mambisa 
Deja una respuesta