Arthur Gónzalez
Es tal la ausencia de una contrarrevolución real y autónoma en Cuba con capacidad de liderazgo, que los norteamericanos tienen que echarle mano al primero que esté dispuesto a seguir sus orientaciones al pie de la letra.
Para entender esta situación hay que remontarse al origen del asunto, cuando el 6 de abril de 1960, el Subsecretario de Estado para Asuntos Iberoamericanos de los EE.UU. Lester D. Mallory, redactó un memorando en el que afirmó que: …“No existe una oposición política efectiva en Cuba”…
Ante esto, en ese mismo año la CIA estructura el primer programa de Acciones Encubiertas, donde establece como primer requisito para derrocar a la Revolución el de: “Crear una oposición cubana responsable, atractiva y unificada contra el régimen de Castro”….
La situación actual sigue siendo similar a la esa apoca y por tanto vemos la repetición del actuar norteamericano.
El 17.09.2013, los senadores Marco Rubio (republicano) y los demócratas Robert Menéndez y Bill Nelson se reunieron con el contrarrevolucionario cubano Jorge Luís García Pérez, más conocido como “Antunez”, elemento de escaso desarrollo intelectual y educacional, además de contar con un amplio historial de hechos delictivos.
Se asegura que en dicho encuentro se discutió sobre la supuesta “fuerza y la unidad” de la llamada “oposición” cubana, donde Antunez hizo gala de sus ardides para obtener dinero fácil y poder seguir viviendo de ese negocio, sin necesidad de trabajar, algo que realmente hace desde hace mucho tiempo, al igual que todos los miembros de esa llamada “disidencia” cubana, al ser mantenida con cientos de miles de dólares que le llegan anualmente desde los Estados Unidos.
Para dibujar un escenario que sensibilizara a los senadores, el asalariado cubano planteó que “el Gobierno sigue oprimiendo, acosando y discriminando a sus propios ciudadanos”; les habló de sus preocupaciones acerca de los viajes a Cuba de ciudadanos norteamericanos y cubanos residentes en Norteamérica, “ya que estos ofrecen dinero fácil para el régimen y sirven para mantener en pie la maquinaria represiva”, lo mismo que plantea el conocido como Plan Bush, línea sostenida por los integrantes de la mafia anticubana de Miami, que busca cortar las visitas familiares a Cuba, el cierre de las remesas y el corte de las licencias para que miembros de la sociedad Norteamericana visiten la Isla.
Pero lo que más llama la atención de la propaganda contra Cuba, es la calificación que hizo el senador Marco Rubio sobre el Antunez, al afirmar que “es una de las más brillantes luces del movimiento por la democracia en Cuba, y uno de sus líderes más valientes, y por lo mismo merece nuestro apoyo”.
Sin dudas el senador no lo conoce, pero si ese es el brillante líder de la contrarrevolución que sueña con derrocar al gobierno cubano, pues que sigan enviándole dinero, que con cuadros como ese la victoria de la Revolución está garantizada
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