Así dice un fiñe del barrio que, con solo 3 añitos de edad, desde su corta estatura y con su simpática figura, sabe marcar terreno a la hora de repartir sus golosinas y se defiende a capa y espada cuando alguien, tratándose de pasar por listo, quiere jugarle una mala pasada. Con acción rápida y segura, lanza siempre, a media lengua, su frase concluyente y triunfante: «eso e´ mío, al que le tocó le tocó».
Me vino esto a la mente cuando me enteré que una de esas tantas ONGs que andan por el mundo, por mandato de vaya Ud. a saber quien, otorgando títulos y galardones generalmente acompañados de jugosos premios y recompensas, a los “disidentes” y “opositores”, esos que generalmente realizan sus hazañas políticas en países que han optado por soluciones progresistas y antiimperialistas; ha decidido concederle un premio a la auto-designada “líder” de las llamadas “Damas de Blanco”, Bertha Soler y sin perder tiempo, la mencionada cabecilla se apresta a librar una nueva “batalla por la libertad de Cuba”.
La ceremonia tendrá lugar a finales de este mes en uno de los salones de la OEA, en Washington DC, de donde se deduce que la “Doña” tendrá que librar una cruenta y sacrificada batallas en algún hotel 5 estrellas de esa ciudad capital. No tengo información sobre a cuanto asciende el premio que recibirá en está ocasión la susodicha; pero si me queda claro que si con el anterior periplo “político-turístico” que acometió la “Doña”, regresó con las ínfulas de mandona elevado al cubo, ahora cuando regrese de este otro, no habrá quién le ataje la jaca en el contexto de la “disidencia”. Está por ver cuanto de esa plata trae consigo para repartir, “como Dios manda”, entre sus congéneres y cuanto dejará depositado en bancos de por allá, para tener una tierrita del otro lado del charco “por si acaso”.
El “eminente y bastante descomedido “opositor pacífico” José Daniel Ferrer García, ese que se auto-califica como el más sagaz, lúcido y avispado de los “disidentes internos”, tendrá que ajustarse muy bien los pantalones, porque de ésta podría perderlos y quedar con el trasero al aire. Sin dudas que la cabecilla de las níveas damas es una persona que sabe agenciarse muy bien aquello del “apoyo, moral, espiritual y material” y ella, como mi amiguito del barrio, sabe marcar bien su terreno y con un criterio muy diferente al del fiñe de marras, grita a mandíbula batiente: “lo mío es mío y al que le tocó, le toco”.
*Prefesor investigador y colaborador del blog.