Por: J.M. del Río*
En la ciudad cubana de Las Tunas se celebra anualmente un evento que bajo el sugestivo nombre de “Ánfora”, convoca a magos, prestidigitadores, ilusionistas, escapistas, especialistas en numismagia y cartomagia, mentalistas y en general artistas cubanos y extranjeros que se dedican sanamente al arte de entretener al público haciendo trucos con cartas, monedas, animales, actos de levitación y de ilusionismo; muy bien estructurados, destinados a causar asombro y la mayor sorpresa posible entre sus espectadores.
Ahora bien, existen otros tipos de “ilusionistas” que pretenden tapar el sol con la punta del dedo meñique, ante un público que está hastiado con sus pésimas actuaciones después de tanto tiempo de lo “mismo con lo mismo”. En este grupo de los que deshonran la profesión se encuentra la Sra. Ileana Ros, una de las integrantes de lo más recalcitrante del cabildeo cubano-americano que actúa en el Congreso de los EE.UU, con la “sagrada misión de salvar al pueblo cubano de las garras del castrismo”.
Sucede que la Sección de Intereses de Cuba en Washington (SICW), se ha visto precisada a suspender los servicios consulares a partir del pasado 26 de noviembre debido a que, por “(…) las restricciones vigentes, derivadas de la política de bloqueo económico, comercial y financiero del gobierno norteamericano contra Cuba, ha sido imposible (…) encontrar hasta la fecha un banco estadounidense o de otro país, con sede en EE.UU., que asuma las cuentas bancarias de las misiones diplomáticas cubanas, a pesar de las múltiples gestiones realizadas con el Departamento de Estado y numerosas entidades bancarias.”
El Gobierno de EE.UU. tiene la obligación jurídica de garantizar el cumplimiento de las Convenciones de Viena sobre Relaciones Diplomáticas y Consulares, que estipulan “la obligación del Estado receptor de dar toda clase de facilidades a las Misiones Diplomáticas y a las Oficinas Consulares para el ejercicio de sus funciones”; pero al parecer la Sra. Ileana Ros no se ha leído esos documentos o le importa un bledo su contenido, sobre todo en los aspectos que de alguna forma favorezcan a Cuba.
De ahí las cosas, estamos siendo testigos de lo que parece formar parte de un pésimo acto de ilusionismo, cuando esta Sra. pretende obnubilar los acontecimientos con declaraciones destinadas a engañar al público para desviar su atención con sus palabras, pretendiendo que miren hacia donde ella desea. En este caso la audiencia esta conformada fundamentalmente por cubanos residentes en los EE.UU. y en particular por los que habitan en el Distrito congresual No 18 del Estado de la Florida, que esta Sra. dice representar, quienes están viendo en peligro la preparación de sus viajes por la navidad y fin de año para visitar a sus parientes en Cuba.
Obviamente que esta decisión del sistema bancario de los EE.UU. de negar servicios a la SICW, detrás de la cual se palpan los efectos del bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba, arbitraria y brutal medida que la Sra. Ileana Ros defiende a capa y espada; va a provocar graves problemas al normal funcionamiento de la SICW, que desdichadamente repercutirán desfavorablemente en los cubanos residentes en ese país o norteamericanos que necesitan de los servicios que allí se prestan para viajar a Cuba o para cualquier otro trámite consular.
La Sra. Ros ha dicho que “ahora el Gobierno de los Castros va a decir que la culpa la tiene el bloqueo y realmente lo que se trata es que los bancos se niegan a prestarle servicios a ese Gobierno por las deudas que tienen con ellos”. Ha declarado además que “el Gobierno castrista seguramente va intentar chantajear al Gobierno de los EE.UU reclamando que retire a Cuba de la lista de países terroristas, si es que quieren que se restablezcan los servicios consulares”. Y uno se pregunta ¿hasta cuando ésta heredera de lo peor del batistianismo seguirá apesadumbrando la vida de nuestros compatriotas residentes en los EE.UU? Da la impresión que su meollo se ha estancado y que no se percata o no lo quiere hacer, que está engorrosa situación creada por la demencial política que ella a todo trance apoya, está afectando a todo el pueblo de Cuba, incluso a los cubanos que han decidido establecerse en ese país, algunos de los cuales eventualmente han votado por ella.
Lo que he aprendido con mi asistencia a espectáculos de magia es que un buen ilusionista necesita ser una persona de muchas luces, buen comunicador y algo de psicólogo, todo lo cual parece que no tiene esta deplorable aprendiz de titiritera, que cree saber mucho de cómo engañar al público; pero que olvida que es de muy mala calaña intentar manipular los sentimientos de las personas, máxime cuando se trata de cubanos que de una u otra forma añoran el terruño y que eventualmente podrían dejar de votar por ella.
*Profesor investigador y colaborador del blog
Recomendamos:
Deja una respuesta