Por: María Carla González*
Hoy mientras desayunaba acompañada de la emisora Radio Reloj, escuché una noticia que me impactó por la naturaleza violenta y violación de los derechos civiles y humanos de la victima. Se trataba de una investigación relacionada con un policía de California que golpeó repetidamente a una mujer tendida en el suelo junto a una autopista de Los Ángeles.
A penas accedí a Internet me encontré con el artículo de AP “La Policía de California investiga una agresión a una mujer por parte de un agente” acompañado de un video grabado por un conductor transeúnte sin quedar claro si la investigación ya estaba en curso o si el departamento de policía se vio obligado por la repercusión de la publicación del incidente. No obstante, lo que sí es un hecho es que el acontecimiento añadió leña a las discusiones en torno al tema del racismo y la brutalidad policial en la sociedad estadounidense.
Más allá de los argumentos expuestos por La Patrulla de Carretera de California que pudieron haber desencadenado el incidente, los cuales por su contenido justificativo me parecen superficiales y una burla a su comunidad, pienso, que el análisis debería partir de la actitud humillante del oficial de policía para llegar al componente racista y discriminatorio que prevalece en la sociedad norteamericana y sus estructuras de poder.
¿Qué puede haber hecho esta mujer para merecer tamaña golpiza? No creo que ni siquiera salvar a un ser humano sea pretexto para golpear con ensañamiento a un tercero. Ahí hay gato encerrado. Todas las posibles respuestas son escalofriantes: un ataque de ira del oficial de la ley, una expresión machista que generó violencia de género, la explosión del sentimiento racista, odio, drogadicción, fascismo o la combinación de todo.
Estos acontecimientos lamentables son para reflexionar, no importa si el presidente es afroamericano, demócrata o republicano, las demandas de Martin Luther King y Malcom X siguen intactas.
Estos hechos me recuerdan lo dichosa que soy por haber nacido y crecido en la Cuba de Fidel y lo mucho que hizo la Revolución por suprimir los contrastes y aclarar las mentes detenidas en un triste pasado consecuencia de siglos de colonización. Soy cubana, hija de la Revolución, entre mis mejores maestros, atesoro en mi mente y mi corazón por su dulzura y calidad de su enseñanza a mi profesora de inglés, Leonora, negra, flaca como una escoba pero tan carismática y ocurrente que se ganó la admiración y el cariño de todos. Recuerdo que era muy respetada por el resto de los profesores, lo que ella decía era ley. Cuando se jubiló, los fines de semana o una vez al mes, un grupo de nosotros pasábamos por su casa para saludarla.
Así es Cuba, entre blancos y negros solo hay hermandad, no es el color de la piel lo que decide sino la calidad humana que se lleva adentro.
Pero no estamos satisfechos, pienso que lo más importante no es solo lo que se ha logrado sino la voluntad por continuar y perfeccionarlo. La Revolución, más allá de los derechos y garantías alcanzados para todos, sin importar etnia u origen, estimula también la promoción de mujeres, negros, mestizos y jóvenes a cargos principales, sobre la base del mérito y las condiciones personales. En Cuba hace 50 años que se acabaron las golpizas -las reales, las ficticias continuarán en la mente de los mercenarios que mienten y difaman-, pues como dijera el desaparecido cantautor cubano, Carlos Puebla: “llegó el Comandante y mandó a parar”.
“Todo revolucionario sabe que, entre los más crueles sufrimientos que afectan a la sociedad humana, está la discriminación racial”. (Fidel Castro,Cien horas con Fidel, Ignacio Ramonet).
*Editora del Blog
En Twitter @Santamambisa
Reblogueó esto en y comentado:
Nunca habrá una razón para discriminar a nadie y mucho menos para golpear monstruosamente y con tanta saña a un ser humano, mucho menos si es una mujer. Yo también me alegro mucho de vivir en un país como Cuba en que mucho se ha avanzado en cuanto a igualdad social y se sigue trabajando pués a pesar de todo lo que se ha hecho nos parece poco y queremos poner a niveles superiores esta igualdad social que hemos conquistado con el esfuerzo de toda la sociedad y sobre todo con las políticas que ha trazado el estado cubano.
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MAGNIFICO EL ARTICULO Y LA DENUNCIA DE MARIA CARLA,COMO SIEMPRE EN EL OJO DEL HURACAN PARA MOSTRAR LAS BARBARIDADES DEL» PAIS DE LA LIBERTAD».
BRAVO CARLA..VIVA FIDEL Y LA REVOLUCION CUBANA..SALUDOS DESDE MADRID..
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Me da vergüenza ver a un sujeto como este llevando del ronzal a los borregos de este país hacia una dictadura. Me da asco que un país moderno y rico tire la toalla y vuelva a lo más oscuro de su pasado. Me da ganas de vomitar vivir en una sociedad inculta, aborregada, acomodaticia, tramposa, decadente y manipulable por cualquier dictador como la que vivo. Esa sociedad que nunca apuesta por el sacrificio y el trabajo duro. Esa sociedad incapaz de crear nada bueno. Una sociedad hasta ahora hedonista, corrupta y derrochadora que no cree en nada. Una sociedad viciosa y decadente que siempre culpa a los demás de sus fracasos. Una sociedad que no cree en ningún valor y así le va. Vivo en un país que es una mierda.
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