Un emotivo encuentro con asaltantes a los Cuarteles Moncada, en Santiago de Cuba y Carlos Manuel de Céspedes, en Bayamo, así como expedicionarios del Yate Granma, sostuvo el Buró Nacional y trabajadores de la Asociación Nacional de Agricultores Cubanos (ANAP), como parte de las actividades que tienen lugar por la conmemoración del Día de la Rebeldía Nacional.
La avanzada edad de esos valerosos hijos de Cuba no les impide la coherencia, claridad y firmeza en sus conmovedoras e inolvidables anécdotas y es altamente conmovedor apreciar que sus convicciones son hoy tan sólidas y contundentes como las de aquel 26 de julio de 1953, cuando, siendo muy jóvenes todos, se decidieron a asaltar la historia junto a Fidel.
Conversé con Florentino Fernández, un pinareño, que en esa fecha se desempeñaba como enfermero del Hospital Militar Carlos Juan Finlay al servicio de la dictadura batistiana, encargado de conseguir los uniformes del corrompido ejército, para facilitar la acción combativa de los asaltantes al cuartel Moncada y las demás posiciones.
“Fidel me dijo, al entregar los uniformes, que ya yo había cumplido lo solicitado y que podía continuar en mis funciones, pero yo le repliqué que no tenía otra función que irme con él para luchar por la libertad de mi pueblo, entonces me aceptó y partí para el Oriente del país” sentenció Florentino.
Otros asaltantes a la segunda fortaleza más importante de Cuba en aquel tiempo, como José Luís López Díaz, me confesaron que si mañana fuera necesario otro Moncada, Desembarco del Granma o cualquier acción combativa, para defender y continúe victoriosa la revolución, liderada por Fidel y Raúl, sin vacilaciones de ningún tipo, se sumarían al combate con la misma o mayor entereza que la de aquel 26 de Julio de 1953.
Fue un encuentro muy conmovedor de combatientes del 26 de Julio con la dirección del campesinado cubano, hubo preguntas, intercambio y hasta lágrimas en los ojos de una y otra parte, lágrimas de alegría y de profundas convicciones revolucionarias cuando se recordaban anécdotas ocurridas en aquellos inolvidables días, premiados con la sangre, el valor y el coraje de de la generación del centenario que no dejó morir las ideas de Martí.
Ernesto González Campo, conocido como Pulido, con palabras vibrantes recordó momentos del histórico encuentro que sostuvo Fidel con los combatientes en la Granjita Siboney, horas antes de partir hacia el Moncada, donde tras explicar lo que se iba a hacer solicitó dieran un paso al frente los que estarían dispuestos a participar en la acción, todos dieron ese paso.
Entonces Fidel les explica, ya uniformados todos y con las armas en la mano, momentos trascendentales de la lucha por la independencia de Cuba, y que todos podrían convertirse en ejemplo para América. Pulido nos comentó que aquel día salieron dispuestos a luchar contra el tirano, contra los todos los desvanes que habían en nuestro país, a luchar por una Patria libre e independiente, por tener lo que hoy tenemos.
Esos fueron algunos de los testimonios que nos hicieron algunos de los protagonistas de los sucesos del 26 de Julio, en momentos en que la joven provincia de Artemisa se engalana para conmemorar por todo lo alto el aniversario 61 del Asalto a los Cuarteles Moncada, en Santiago de Cuba y Carlos Manuel de Céspedes, en Bayamo. (Fotos autor)
La Santa Mambisa 
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