Por: Leonardo Valdés | Auca en Cayo Hueso
En los últimos años los países de economías emergentes experimentan un interés creciente por las potencialidades que brinda América Latina. Ser un proveedor seguro de materias primas por el cúmulo de recursos naturales que poseemos o constituir un mercado dinámico y en ascenso, pueden ser algunos motivos para este fenómeno, pero la realidad es que la región se establece como un objetivo atractivo para los intercambios económicos con una consecuente aproximación política.
En este sentido, los ejemplos más recientes son las reuniones que se desarrollan entre el grupo BRICS y los mecanismos UNASUR y CELAC . En cada caso, la estrategia de cooperación debe situarse en áreas de complementación que se traduzca en un mayor acercamiento político y económico, como se realiza de manera bilateral entre los países que las componen. Las posibilidades de trabajo son amplias, las condiciones existen y algunos datos así lo afirman.
En el caso de China, el intercambio con América Latina hasta el año 2008 se consideró, según CEPAL , como uno de los aspectos que aseguró la supervivencia a la crisis económica, constituyéndose como el principal socio comercial de varios países en la región como Chile, Venezuela y Argentina. Con Rusia los vínculos comerciales experimentan un ascenso y diversificación continuos, esto que la unipolaridad de las relaciones económicas en América Latina con Estados Unidos es tema pasado.
Por su parte, India, aunque con modestos avances, se proyecta en potenciar su presencia en Latinoamérica para revertir la situación creada con la caída del poder de compra de Europa. Para Sudáfrica, el reto constituye cambiar la situación de los intercambios comerciales y lograr diversificar los mercados de exportación e importación, una mayor promoción de las posibilidades comerciales y las fuentes de inversión.
Estas situaciones favorecen las proyecciones actuales de Latinoamérica hacia el camino de la independencia política y económica. Nos tocará saber aprovecharlas y tomar las decisiones correctas para de esta forma, garantizar el cumplimiento de los objetivos regionales que nos hemos propuesto.